Alimentos funcionales : calidad de vida y salud integral
Los alimentos funcionales son aquellos que, independientemente de aportar nutrientes, han demostrado científicamente que afectan de forma beneficiosa una o varias funciones del organismo ayudando a la mejora de la salud y el bienestar. Estos alimentos ejercen además un papel preventivo, ya que reducen ciertos factores de riesgo para la aparición de enfermedades.
El concepto actual de nutrición ha ido evolcionando. Ya no se trata solamente de que sea “suficiente o adecuada” para impedir dèficits y carencias sino que las sociedades desarrolladas buscan ahora que sea “óptima”. Su objetivo es mejorar la calidad de vida y la salud integral del individuo. De esta manera, la nutrición adquiere pues un enfoque terapéutico y preventivo.
¿Cuáles son los alimentos funcionales?
Un alimento funcional es ante todo un alimento. Por tanto ejerce sus efectos beneficiosos consumido como tal, dentro de una dieta convencional y en la cantidad en que es ingerido habitualmente.
Este grupo abarca distintos elementos: pueden ser nutrientes o no nutrientes, esenciales o no esenciales, naturales o modificados. Podemos agruparlos en distintas categorías:
- probióticos, prebióticos y simbióticos
- fibra dietética
- ácidos grasos
- compuestos fenólicos
- legumbres
- frutas, verduras y hortalizas
Examinando más dede cerca algunos de estos grupos:
Probióticos, prebióticos y simbióticos
Los probióticos son alimentos funcionales caracterizados por contener microorganismos vivos. Son productos fermentados por bifidobacterias y lactobacilos, por ejemplo el yogur (obtenido por la fermentación de la leche por Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus termophilus). Además de ser consumidos como alimentos funcionales los probióticos pueden también ser ingeridos como nutracéuticos, es decir, en forma de prescripción como cápsulas, sobres u otras presentaciones. Esto resulta interesante en el caso de las personas que no puedan o no deseen consumir productos como el yogur. Los prebióticos son sustancias no digeribles por el ser humano pero que sirven de alimento a los microorganismos probióticos. En una palabra, benefician al huésped estimulando de forma selectiva el crecimiento o actividad o actividad de una o algunas bacterias intestinales beneficiosas. Entran en el grupo de las llamadas fibras solubles, uno de cuyos representantes más importantes es la inulina, de la que hemos hablado tiempo atrás. Los simbióticos son la asociación de un probiótico con un prebiótico.
Fibra dietética
Son sustancias de origen vegetal no digeridas por las enzimas humanas y que son fermentadas por las bacterias intestinales. Pueden ser:
– fibra insoluble: como la celulosa y la hemicelulosa. Estimulan el movimiento intestinal, la formación del bolo fecal, ayudan a la excresión de ácidos biliares y ayudan a reducir el colesterol. Esta fibra está presente en distintos grados en vegetales, frutas y tubérculos.
– fibra soluble: formadas por pectinas, gomas y mucílagos. Atrapan el agua formando geles viscosos de poder laxante, aumentan la calidad y consistencia del bolo fecal, enlentecen el tránsito intestinal y la absorción de hidratos de carbono y proporcionan una sensación de plenitud. Ayudan a reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos. El lado molesto es que, al ser fermentadas por las bacterias colónicas producen gases y aumento de la flatulencia, pero sus beneficios son importantes. Entre otras cosas producen un ácido graso llamado butirato del que se nutren las células del colon, aportandole energía y salud intestinal. Esta fibra está presente en los cereales integrales.
Ácidos grasos omega 3 y ácido oleico
Los omega 3 están presentes como los ácidos grasos EPA y DHA contenidos en en el pescado azul. Tienen un papel primordial como antiinflamatorios, anti arrítmicos naturales, anticoagulantes, anti agregantes plaquetarios, vasodilatadores y protectores del sistema cardiovascular. El ácido alfa linolénico está presente en fuentes vegetales como aceite de lino, aceite de camelina y semillas de chía. El ácido oleico (aceite de oliva): para obtener sus beneficios es mejor consumirlo sin refinar, como aceite de oliva virgen (ver post anterior), ya que así pueden consumirse sus activos antioxidantes. También tiene propiedades vasodilatadoras y anti agregantes plaquetarias. Ayuda a reducir los triglicéridos, colesterol total y colesterol LDL (el “malo”) pero aumenta el colesterol HDL (“el bueno”).
Compuestos fenólicos
Estos compuestos son una defensa natural de las plantas frente a las parasitaciones y patógenos. Dentro de ellos existen una gran variedad de compuestos diferentes:
– flavonoides: comprenden una extensa familia con denominaciones químicas diferentes (flavononas, flavonas, etc) contenidos en uvas, naranjas, vino tinto, té verde y negro, cacao y sidra.
– antocianinas: presentes en los frutos rojos o violáceos: manzanas rojas, uvas y frutos del bosque
– triterpenos: limón, mandarina y uvas
– compuestos órgano sulfurados: abundantes en berza, coliflor, coles de Bruselas y repollo
– resveratrol: es un compuesto fenólico presente en la piel de las uvas y el vino tino ( y en menor cantidad en el vino blanco)(ver post anterior). Tiene propiedades antioxidantes, protector cardiovascular, inhibe la oxidación del colesterol y la agregacion plaquetaria, actúa como anti inflamatorio.
Alimentos funcionales en la industria alimentaria
La industria se ha hecho eco del potencial saludable de los alimentos funcionales y buena cuenta de ellos son los numerosos anuncios publicitarios en televisión, revistas y estanterías de los supermercados. La transformación de un alimento en “funcional” se consigue eliminando algún compuesto considerado menos apropiado (alergenos, grasa saturada), fortificándolo con sustancias beneficiosas – por ejemplo, pan con fibra, cereales con minerales) o sustituyendo un compuesto perjudicial por otro más deseable (leche con omega 3). Aunque siempre es mejor buscar las fuentes naturales de los mismos, enriqueciendo nuestra alimentación con estos aliados.
Este post es meramente divulgativo, de carácter general y no particular. A través de este medio no se realizan tratamientos ni comentarios sobre casos particulares.
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