Análisis de minerales en el cabello

¿Cuáles la importancia de los minerales en el cabello?

Desde 1929 se ha utilizado el cabello  para valorar niveles sistémicos de distintos elementos tóxicos, a los que luego  se han añadido  minerales y elementos traza.

Su eficacia asesorando niveles de tóxicos está ampliamente aceptada, y como ejemplo valgan los estudios realizados sobre el cabello de Napoleón, sobre el que se han escrito ríos de tinta argumentando sobre si fue asesinado o no.

El contenido de arsénico en los cabellos de Napoleón es al menos 100 veces mayor que en los cabellos actuales, aunque también hay que recordar que en el siglo XIX el arsénico se utilizaba para tratar distintas enfermedades de forma habitual… y la gente lo ingería como tratamiento para sus dolencias como quien hoy toma una aspirina. Más allá de la polémica y sin pretender jugar a los detectives históricos, esta historia sirve al menos para llamar nuestra atención sobre la persistencia de los tóxicos en el cabello.

¿Por qué resulta interesante el cabello? Porque comparado con un análisis en sangre u orina, que muestran el estado reciente del elemento en cuestión, el cabello es el reflejo de un período más prolongado, de meses o años. Sin embargo, a pesar de su uso histórico para el asesoramiento de tóxicos , la utilización del cabello para valorar minerales y elementos traza es un tema más controvertido. No todos los investigadores están de acuerdo en ello: mientras muchos trabajos muestran una correlación entre los elementos hallados en el cabello y enfermedades metabólicas o estado nutricional, otros no comparten estos hallazgos. Y parte de estas diferencias pueden estar en los distintos tipos de procesamiento del cabello por el laboratorio o en la recolección del mismo.

¿Cómo se realiza un análisis de minerales del cabello?

El cabello donde se obtiene la muestra debe estar limpio y no debe haber estado sometido a tintes, permanentes, alisados o decoloraciones durante al menos tres meses antes.

Únicamente eben tomarse muestras de cabello reciente, y mejor en la zona de la nuca.

Esto ya deja fuera de juego la posibilidad de este análisis en numerosas ocasiones… si se quiere hacer bien.

La idea es evitar la contaminación con distintas sustancias medioambientales : grasa, polvo, aceites, suciedad y tratamientos capilares. Tampoco hay que olvidar que hay productos capilares de uso corriente que pueden alterar considerablemente el hallazgo de elementos en el cabello, por ejemplo los champús con selenio, que pueden hacer que los niveles de selenio en el cabello estén más elevados.
Además de estas posibles alteraciones en la toma de la muestra, luego está la forma en que se procesan. Los cabellos deben ser lavados en el laboratorio y la forma en que esto se realiza, puede variar de un sitio a otro, ya que no siempre hay procesos reglados. Luego sigue el método de procesamiento, que también puede variar de un sitio a otro.

En definitiva…

Más allá de las modas hay que sopesar bien la utilidad real de realizar este tipo de análisis y si el beneficio compensará el gasto.

Hay que pensar muy bien por qué y para qué se pide

Sobre todo:  si tiene sentido o no de acuerdo a la historia clínica del paciente.

Por ejemplo, puede ser de utilidad para valorar un tóxico dado: una persona que haya trabajado tiempo atrás en un entorno tóxico. Si midiéramos el nivel actual en sangre del supuesto tóxico – digamos mercurio, por poner un ejemplo – a lo mejor estaría normal. Pero si estuvo expuesto al mercurio durante meses o años podemos valorarlo con una muestra de cabello.

También para valorar estado nutricional de los últimos meses y no sólo el momento actual.

Pero en todos esos casos, si queremos que los resultados sean fiables, han de tenerse en cuenta dos cosas:

• hacer una toma correcta del material, evitando las fuentes de contaminación ya citadas
• buscar un laboratorio serio, con las licencias apropiadas y que utilice métodos probados y estandarizados con las máximas garantías posibles.

Este post es meramente divulgativo,  de   carácter general y no particular. A través de este medio no se realizan tratamientos ni comentarios sobre casos particulares.

Al ser de carácter público no se alienta la publicación de datos personales ni la historia clínica individual.