Ansiedad : un trastorno frecuente
La ansiedad es un estado mental caracterizado por inquietud, excitación e inseguridad. Es una manifestación esencialmente afectiva, una vivencia.
Básicamente se trata de un mecanismo defensivo y una respuesta de alerta a situaciones consideradas amenazantes. En realidad es un mecanismo humano de adaptación al medio y si no es excesiva ayuda a alertar y reaccionar al organismo.
Hay pues una ansiedad “normal” que tiene que ver con la motivación y el alcanzar metas. Si la emoción es proporcionada y no exagerada se considera un mecanismo adaptativo y puntual en ciertos momentos de la vida. Podríamos llamarla “ansiedad positiva”: la capacidad de defendernos organizadamente frente a cosas que rompen el equilibrio cotidiano.
Sin embargo en ocasiones este sistema de respuesta se desequilibra y la ansiedad se vuelve desproporcionada : aparece al mínimo estímulo, incluso se presenta en ausencia de peligros ostensibles, en momentos inadecuados o es de una intensidad y duración prolongadas, alterando la calidad de vida de quien la padece.
Como en Medicina Integrativa (ver post anterior) se tiene en cuenta la totalidad de la persona y es parte del interrogatorio de la historia clínica, es frecuente encontrarnos con este problema en la práctica diaria.
¿Cuáles son las causas de la ansiedad?
- genéticas (predisposición)
- hechos traumáticos (accidentes, atentados, robos, etc)
- drogas o tóxicos
- factores sociales (ambiente laboral, redes sociales, problemas familiares o en la comunidad de vecinos, etc)
- desbalances hormonales: problemas tiroideos, de cortisol o de hormonas femeninas, hormonas masculinas
- desbalances de neurotransmisores: adrenalina, noradrenalina, dopamina y serotonina
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?
Las manifestaciones son variadas y pueden comprender distintos tipos de síntomas:
- físicos: palpitaciones, náuseas, vómitos, “nudo en el estómago”, falta de aire, molestias digestivas, temblores, sudoración, alteraciones alimentarias, cansancio y rigidez muscular entre otros
- psicológicos: sensación de peligro, inquietud, agobio, miedo a perder el control, dificultad para tomar decisiones, susceptibilidad, preocupación excesiva, rumiación, tendencia a recordar cosas desagradables
- cognitivos: dificultad de concentración, atención y memoria, confusión, bloquearse o quedarse en blanco
- de conducta: estado de alerta o hipervigilancia, dificultad para estar en reposo, irritabilidad, impulsividad
¿Cómo se trata la ansiedad?
Dentro de la escala de ansiedad hay distintos grados y severidad y muchas veces el tratamiento de la ansiedad es un trabajo en equipo, con distintos profesionales especializados en el tema.
En Medicina Integrativa se buscan y exploran estas situaciones mencionadas, sobre todo de la mano de psiquiatras y psicólogos integrativos.
No es algo es tan fácil como “tómate esta pastilla”. Hay que buscar activamente los factores desencadenantes y precipitantes y también los que la mantienen, que pueden no ser los mismos. Puede ser que la causa precipitante sea, por ejemplo, un problema familiar o laboral. Pero no hay que quedarse sólo con el “origen psicológico”. Hay que ir más allá y buscar también alteraciones hormonales o de neurotransmisores que puedan estar contribuyendo a esta situación.
Pero sobre todo buscar las raíces del problema, detectar la causa detrás de lo que pasa, porque sin tratar la causa será imposible resolverla.
No sólo va de tomar una pastilla o un complemento alimentario. Es importante fijarnos en la alimentación (mente sana en cuerpo sano), en ayudarnos a gestionar el estrés (mediante técnicas de respiración o meditación). Buscar actividades que nos gusten (caminar, pasear, hacer deporte, practicar danza…)
Desequilibrios hormonales e intestinales
Por ejemplo, desequilibrios en las hormonas tiroideas, cortisol y hormonas femeninas y masculinas. (ver post anteriores) . Alteraciones en neurotransmisores, como serotonina, dopamina y noradrenalina. Poniendo un ejemplo: una persona tiene un aumento (o disminución) de serotonina que le produce un estado de irritabilidad o ansiedad. Estas alteraciones, a su vez, pueden tener su origen en la producción aumentada o disminuida de serotonina en el intestino, por ejemplo a causa de una disbiosis intestinal (post). Se trata de corregir y equilibrar también el intestino y no sólo recibir soporte psicológico (¡que también!). Porque la persona siempre es un “todo:” no sólo mente y no sólo cuerpo sino un conjunto inseparable de cosas que actúan a la vez y se modifican unas a otras.
Esto es sólo un ejemplo: de ninguna manera se puede deducir que todas las ansiedades tienen la causa en el intestino. Como hemos visto las causas son múltiples y se trata de buscarlas e identificarlas con la meta final de conseguir un equilibrio. Y lo mejor en estos casos es el trabajo en equipo.
Este post es meramente divulgativo, de carácter general y no particular. A través de este medio no se realizan tratamientos ni comentarios sobre casos particulares.
Al ser de carácter público no se alienta la publicación de datos personales ni la historia clínica individual.
Excelente post. Muy esclarecedor. Es muy cierto que los que sufrimos con ansiedad y depresion estamos en una situacion muy dificil, por cuanto, al buscar ayuda medica, aun en las consultas de pago, el medico casi ni nos mira la cara, solo nos receta un antidepresivo o ansiolítico que solo empeoran las cosas. En dos ocasiones, le pedi al medico que me hicera analiticas de vitaminas, hormonios y aminoacidos, porque es evidente que hay una causa a la que tratar y no solo combatir las consecuencias. Los 2 medicos se han recusado. Me dijeron que era una tonteria y que con la pastillita de los cojones me pondria buena. Ahora intento encontrar un medico que se interese realmente por la persona al completo. Muchas gracias, Dr. por las explicaciones. Un saludo.
Hola Nel, me alegro que te haya resultado útil. El post es sobre un tema en general, porque las situaciones varían de persona a persona y por eso es importante una buena historia que valore todo lo que le pasa a la persona, de forma global, e investigar cada caso de forma individualizada. La medicina integrativa tiene ese enfoque global. Y cada vez hay más médicos que la utilizan, con ese doble enfoque además de integrar medicina tradicional con medicinas complementarias. Un saludo muy cordial