Herpes y Microinmunoterapia

Los herpes son enfermedades inflamatorias de la piel producidas por virus. Los virus   son  agentes  infecciosos no celulares , que sólo pueden  multiplicarse dentro de las células del organismo infectado. O sea, pequeñísimos “okupas” que toman el control y empiezan a reproducirse. Son distintos que las bacterias, que son organismos unicelulares y suelen estar fuera de las células del cuerpo.

Los herpesvirus son una gran familia, que comprende distintas variedades con similitudes y diferencias propias.   Para simplificar me voy a referir a los más frecuentes:

• Virus del herpes simplex
• Virus varicela zóster

Herpes Simple

El herpes simple es extremadamente frecuente, tanto que a la edad de 5 años la mayor parte de la población ya ha entrado en contacto con el virus.  Produce pequeñas ampollas – vesículas- alrededor de la boca, nariz, área genital y nalgas. Hay dos tipos de virus del herpes simple: el 1 y el 2. El 1 es más frecuente en la zona facial y el 2 en la zona genital, aunque esto no es en absoluto categórico.

Luego de la infección inicial- que suele producirse en la infancia- el virus se dirige a los ganglios sensoriales, donde se convierte en latente. Para explicarlo más gráficamente: nuestro pequeño okupa está dormido. Y puede permanecer así durante años. Hasta que algo lo despierta:   una  bajada de defensas,  que puede ser ocasionada por estrés, luz ultravioleta, fiebre, gripe e incluso la menstruación y los cambios hormonales.  Entonces despierta y comienza a reproducirse, dando lugar a una molesta sintomatología: sensación de quemazón, dolor y pequeñas ampollas.

Esta reaparición periódica se llama herpes recurrente. Cuando se produce de tanto en tanto no suele llamar la atención. Pero a veces hay muchos episodios durante el año y esto causa grandes molestias y preocupación.

Herpes Zoster

El herpes zoster está producido por el virus varicela zoster, el mismo que causa la varicela. Luego de esta infección inicial – la varicela suele contraerse en la infancia- el virus viaja una vez más a los ganglios donde permanece dormido. Y una vez más puede ser despertado cuando bajan las defensas, por el motivo que sea, aunque las causas más frecuentes suelen ser el estrés, la luz ultravioleta, la edad avanzada, la presencia de enfermedades graves y los tratamientos inmunosupresores.

En este caso, la reactivación y multiplicación del virus produce el cuadro clínico que conocemos como herpes zoster, coloquialmente conocido como culebrilla o culebrina. Esto puede suceder a cualquier edad, aunque lo más frecuente es que sea en adultos o ancianos.  Antes que aparezcan las lesiones en piel, en el área afectada suelen sentirse pinchazos, hormigueos o dolor, confundiéndose así con otras patologías.

Luego aparece el sarpullido característico:  piel inflamada y roja con vesículas, ampollas y costras,  en forma de banda que sigue un recorrido preciso, a lo largo de un territorio nervioso.  Los síntomas entonces pueden ir desde un picor leve a un dolor muy intenso.  En algunos pacientes estos molestos síntomas pueden continuar durante meses,  incluso cuando ya ha desaparecido la infección cutánea.

Por eso es importante, en los casos de herpes simple recurrente y herpes zoster buscar las causas de la bajada de defensa, realizando las analíticas oportunas y necesarias en cada caso.

Durante los meses de verano el desencadenante es muchas veces el sol. Y esto es así porque los rayos  ultravioletas bajan las defensas de la piel, haciendo posible la reactivación de los virus herpes y la proliferación de verrugas y molluscum.  En la epidermis existen unas células llamadas Langerhans que son una especie de “policía” local, muy importantes para la inmunidad.  La radiación ultravioleta es capaz de dañar y eliminar estas células. Sin el control policial, los virus aprovechan y se reproducen a sus anchas.  Para prevenir este daño se recomienda la utilización de cremas protectoras solares adecuadas.

La Microinmunoterapia como solución

La Microinmunoterapia es una terapia no agresiva y muy eficaz en el tratamiento de los virus herpes, ya sea en el brote agudo de herpes simple o la varicela,  o también  en los herpes recurrentes del área facial o genital y el herpes zoster. Existen fórmulas específicas para el virus del herpes simple y para el virus varicela zóster.  Puede ser utilizada sin inconvenientes en niños, embarazadas o pacientes polimedicados.

Su finalidad es impedir que el virus se multiplique e infecte nuevas células y reequilibrar la respuesta de la inmunidad, controlando la infección persistente y las enfermedades relacionadas.  No existe hasta el momento ningún tratamiento que erradique estos virus de nuestro cuerpo. El objetivo no es pues, la erradicación definitiva sino que el virus permanezca latente, “dormido” y sin reproducirse activamente.

Este post es meramente divulgativo,  de   carácter general y no particular. A través de este medio no se realizan tratamientos ni comentarios sobre casos particulares.