¿Qué es el vitíligo?

 In Dermatología

El vitíligo es una afección que produce manchas blancas en la piel por el simple hecho de que los melanocitos – las células que contienen el pigmento melanina– sencillamente desaparecen. ¿ Y por qué ocurre semejante cosa? La verdad es que, a pesar de lo frecuente que es este problema, se desconoce a ciencia cierta el motivo original. Eso sí, se reconocen tres factores principales que inciden en su aparición:
– genéticos
–  inmunológicos
– del medio ambiente
El vitíligo no es una enfermedad infecciosa, algo que “se pega”, de manera que se puede tocar tranquilamente la piel afectada sin problema alguno.

¿Dónde aparece el vitíligo?

Las manchas aparecen casi siempre de forma simétrica, sobre todo alrededor de los orificios (boca, nariz, ojos), codos, rodillas, axilas, ingle y también en la zona genital.
No todas las manchas blancas son vitíligo: hay que diferenciarlo de las manchas de las mejillas de los niños (pitiriasis alba), las producidas por hongos en pecho y espalda (pitiriasis versicolor) y de los pequeños “topos” blancos de brazos y piernas que aparecen en el envejecimiento cutáneo. Si hay dudas entre estos diagnósticos y el vitíligo auténtico, un sencillo exámen con lámpara de Wood permite apreciar la diferencia de forma rápida y eficaz.
La luz solar, al activar los melanocitos, puede poner en evidencia una situación latente y no es infrecuente que el verano, en personas predispuestas a ello, pueda sacar a relucir las manchas ya que las zonas que no tienen melanina no cogerán color mientras las que sí la tienen se pigmentarán, marcando una diferencia pronunciada.
Otra situación desencadenante son los pequeños “traumas” cutáneos: sujetadores, bragas o calzoncillos ajustados pueden precipitar manchas en las zonas de roce o presión.
En los casos inducidos por el estrés las manchas suelen aparecer en la zona seborreica de la cara (la zona T).

Teorías sobre el vitíligo

Una de las teorías más aceptadas en la actualidad es la de la autoinmunidad, esto es, el sistema inmune se equivoca y trata a los melanocitos como si fueran un microbio agresor y los ataca con anticuerpos, haciendo que desaparezcan de una zona dada.
Otra teoría es la neurotóxica: serían casos donde las terminaciones nerviosas producirían ciertas sustancias que podrían resultar tóxicas para los melanocitos.
Una teoría no excluye a la otra y es posible que pueda haber algo conjunto de ambos mecanismos.

Tratamientos

Actualmente no hay un tratamiento universal “milagroso” que permita lograr la repigmentación en todos los casos. Y esto es así porque al desconocerse la causa última, no se puede hacer un tratamiento realmente eficaz. Sin embargo existen múltiples terapias destinadas a frenar la despigmentación e inducir la repigmentación.
Además de distintos tratamientos tópicos, con o sin la ayuda de la luz ultravioleta, del láser excímero o los medicamentos dermatológicos habituales (corticoides, inhibidores de la calcineurina, etc) se pueden añadir tratamientos generales de visión integrativa:
Si el desencadenante ha sido el estrés, es importante apuntalar y fortalecer esta área en especial.
La utilización de antioxidantes se basa en la idea proporcionar al melanocito una defensa frente a los radicales libres que producen oxidación. Se pueden tomar en forma de suplementos orales o también aplicarse en forma tópica con fórmulas magistrales.
Hay una planta llamada Polypodium leucotomos que es un antioxidante especial ya que protege del estrés oxidativo solar.
Otra posibilidad es mediante el aminoácido fenilalanina, que puede ingerirse vía oral o ser aplicado en forma tópica. Este aminoácido tiene un efecto estimulador de la actividad del melanocito.

Otros recursos

Pero hay que ser realista: ninguno de estos tratamientos es la panacea absoluta y pueden dar mejores o peores resultados según el paciente, la localización o el tiempo de evolución.
Un recurso interesante y habitual suele ser el maquillaje de camuflaje o la utilización de autobronceantes, que no recuperan la pigmentación pero la disimulan.
El vitíligo es ante todo un trastorno estético que en nuestra sociedad puede tener un gran impacto emocional para quien lo padece. Por eso es importante trabajar sobre la auto aceptación. Nada mejor que una proyección de seguridad de uno mismo para sentirse bien y transmitir a los demás. Por ejemplo, la que ofrece una modelo para una conocida marca de ropa, que luce su vitíligo con una sonrisa y sin complejos. Parecía imposible que una modelo pudiera tener esas manchas “cara al público”. Sin embargo, su imagen sonriente y segura añade un valor añadido a la marca que promociona. Y el público, lejos de horrorizarse, la mira con admiración.
Desde luego que no hay que tirar la toalla ya que los resultados pueden variar mucho y lo que en alguien no funciona, en otra persona sí puede hacerlo. Lo que no conviene: obsesionarse, acomplejarse o caer en la depresión o la ansiedad si los resultados no son los esperados. Lo más importante es aceptarse como uno es, con manchas o sin manchas. Cada uno de nosotros es único y todos tenemos cualidades especiales y también imperfecciones.

Este post es meramente divulgativo,  de   carácter general y no particular. A través de este medio no se realizan tratamientos ni comentarios sobre casos particulares.

Al ser de carácter público no se alienta la publicación de datos personales ni la historia clínica individual. 

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